El carcinógeno ambiental más importante conocido, tras el humo del tabaco, es el gas radón. No se ve, no tiene sabor, no irrita los ojos ni nos produce dolor de cabeza que pueda alertarnos de su presencia y se acumula en nuestros hogares, en el interior de las viviendas, en el aire que respiramos.
El radón (Rn) es un gas radiactivo de origen natural, incoloro, inodoro, insípido y con una alta densidad, soluble en agua y otros líquidos y considerado cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Concretamente, el principal efecto adverso derivado de la inhalación de radón y sus productos de desintegración, es el cáncer de pulmón. La OMS, de acuerdo con la IARC (International Agency for Research on Cancer) y la EPA (Environmental Protection Agency), clasifica el radón como carcinógeno del Grupo 1 y del Grupo A, respectivamente.
En la composición de la corteza terrestre uno de los participantes es el uranio-238 que, en la serie radiactiva natural, se transforma en radio-226 que, a su vez, puede convertirse en el gas radón-222 que, por sí mismo y por sus productos de desintegración de vida corta, proporciona una cierta dosis de radiación. Por tanto, el gas radón se produce de un modo natural, en pequeñas cantidades, no solo en el suelo, sino incluso en los propios materiales de construcción. Pasa por emanación a la atmósfera, desde donde puede ser inhalado en concentraciones que lógicamente son mayores en lugares cerrados e interiores de viviendas que en el exterior, donde se diluye tanto que deja de constituir un peligro.
"El principal foco de radón en el interior de viviendas es el terreno, debido a su contenido natural en uranio y torio, precursores del gas, y que se encuentran sobre todo en las rocas graníticas"
En la Sierra del Guadarrama se ha encontrado los valores más altos de todo el país; la abundancia de granito y el tipo de construcción propicia su presencia preocupante en interiores, fundamentalmente en sótanos y garajes.
Sobre suelo granítico se han asentado muchas viviendas y urbanizaciones, algunas de ellas directamente sobre el terreno; en otras, el terreno ha sido modelado con cargas explosivas, abriendo grietas en el subsuelo y permitiendo la liberación del radón. Estas construcciones, asentadas sobre suelo granítico, lo suficientemente fracturados y en los que el diseño de las viviendas no se ha tenido en cuenta las medidas adecuadas, presentan un alto riesgo de presencia de radón con el consiguiente riesgo para la salud de sus habitantes.
En Gerena, se dan las condiciones geológicas necesarias para que este gas pueda representar un problema: un sustrato de roca ígnea (granito) a escasa profundidad. y es que, como todos sabemos, nuestro pueblo se encuentra enclavado sobre una gran plataforma granítica que ha sido explotada durante generaciones y que ha supuesto que el granito se convierta en toda una seña de identidad para Gerena, famosa por sus canteras.
Dada la gravedad de las consecuencias derivadas de la inhalación continuada de concentraciones altas de radón, la Administración debería otorgar a este problema la consideración que merece, iniciando los estudios necesarios para determinar, en primer lugar, dónde y en qué medida existe el riesgo, y aplicar posteriormente las disposiciones de protección oportunas, incluidas la información al público, a los Ayuntamientos y la formación de sus técnicos, y más aún teniendo en cuenta que nuestro pueblo se encuentra en el pelotón de cabeza en cuanto a incidencia de cancer se refiere de toda la comarca. La venta de viviendas debe aportar un estudio de radón y definir los elementos y diseños constructivos que se han utilizado para minimizar su presencia y son las Administraciones Locales y Autonómicas las que deben velar por su cumplimiento. La implantación de controles de radiactividad como mecanismo de prevención resulta sencilla y barata, ya que las mediciones que se precisan no revisten gran dificultad, así como tampoco las medidas de protección necesarias en caso de encontrarse un nivel peligroso de radón.
El vínculo entre la prolongada exposición al radón y el riesgo de incidencia de cáncer de pulmón o estomacal, hace de la labor de ubicar las zonas con altos niveles de radón, un aspecto imprescindible en la Salud Pública.
Un saludo...
http://gerenaverde.blogspot.com/
3 comentarios:
Joder Kini, otra vez me vas a dar el dia. ¿ Y ahora que hacemos?, ¿ nos vamos de Gerena ?
A ver cuando nos das una noticia buena, para variar, "porfa".
Hola Anónimo!!
Por desgracia, darte una buena noticia a nivel medioambiental es harto complicado, dado el actual ritmo de degradación del planeta en general.
De verdad que no es mi intención darle el día a nadie, pero hay cosas que son una realidad y no se le puede volver la cara.
"Según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), una de cada cuatro viviendas edificada en España sobre zonas de roca granítica supera los límites máximos de radón establecidos por la OMS."
Ya ves que no sólo lo digo yo.
De todas formas, en Gerena yo ya hace bastante tiempo que había escuchado lo del gas Radón, aunque que yo sepa nadie ha hecho un estudio con mediciones reales.
Por cierto, no hace falta tener que irse de Gerena, simplemente con ventilar a menudo nuestras viviendas, estamos evitando la acumulación de Radón en el interior.
Un saludo...
Lo que más me "mata" a mí es que en cuestiones de salud ambiental haya tantos estudios sobre peligros y riesgos, y tan pocos planes de actuación.
Aunque todos deseemos un entorno más saludable, comprendo que muchas personas se alarmen o no quieran escuchar nada acerca estos temas porque muy probablemente se sentirán desprotegidas.
Un diagnóstico sin tratamiento no combate la enfermedad y deja al paciente preocupado... ¿Qué opinas tú, Kini?
Saludossss
Publicar un comentario