El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), la plaga más preocupante actualmente en las palmeras de España ya ha llegado a Gerena. Después de arrasar con centenares de palmeras en Sevilla capital y sobre todo en el Aljarafe sevillano, este coleóptero ya se encuentra presente en nuestro pueblo, donde ha afectado de momento a varias palmeras en la Urbanización "Los Zarzalejos".
Ejemplar adulto y larva
El picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) es una especie de coleóptero curculionoideo, de la familia curculionidae, originario del Asia tropical. Es un gorgojo de gran tamaño,
entre dos y cinco centímetros. Su color rojizo ferruginoso lo hace
inconfundible. La larva perfora galerías de más de un metro de longitud en los
troncos. Sus plantas hospedantes son el Cocos
nucifera (cocotero) y otras palmeras, en
especial Elaeis
guineensis (palmera del aceite) y el género Phoenix, entre ellas Phoenix
canariensis (palmera canaria) y Phoenix dactylifera (palmera datilera), ambas especies presentes en nuestro pueblo, aunque en mayor número la primera. No se detecta en el resto de palmeras habituales. El picudo rojo se ha
extendido de forma preocupante a numerosos países, de África, Europa y América, ajenos a su área de distribución natural
debido al transporte antrópico.
La plaga se ha extendido ya por todo el mediterráneo
Los daños ocasionados son tan graves que acaban con la muerte de la palmera
La plaga apareció por vez
primera en 1994, en España, en Almuñécar. Tanto aquella
vez como en las posteriores introducciones en diversos puntos de Andalucía oriental, Murcia y la Comunidad Valenciana, ha llegado a través
de palmeras infectadas procedentes de Egipto u otros países del norte de África. La especie es
originaria del sureste asiático.
En 2005, la plaga se detectó en el palmeral de Elche,
considerado el mayor palmeral de Europa. En las islas Canarias amenaza a la Phoenix
canariensis (palmera canaria), joya del archipiélago que podría verse en
peligro si la plaga sigue avanzando.
En verano de 2011 la plaga afectó a la ciudad de Jerez de la
Frontera afectando a más de 200 palmeras; la Junta de Andalucía colaboró con la
ciudad para buscar medidas urgentes contra este insecto.
CICLO BIOLÓGICO
Tras la fecundación, la hembra adulta es capaz de depositar entre 300 y 500
huevos de forma aislada, a través de orificios producidos por ellas mismas en la
búsqueda de alimento o bien aprovechando las hendiduras o heridas de la propia
palmera. Las larvas no tienen patas y son de color amarillo marfil con la cabeza
rojiza (5 centímetros en su máximo crecimiento) provista de poderosas
mandíbulas con las que excavan galerías desde las axilas de las hojas hasta la corona, en
cuyo interior se alimentan vorazmente. Después de alcanzar el estadio final, la larva se envuelve en un capullo que construye con fibras de la propia palmera, donde se convierte en pupa para completar su reorganización física y convertirse, tras el proceso de metamorfosis en un insecto adulto. Este proceso puede tardar de menos de una semana a varias semanas, dependiendo de las condiciones medioambientales.
El insecto adulto se desplaza caminando y volando, siendo capaz de alcanzar
largas distancias. No obstante, permanecerá en la palmera inicialmente atacada
si todavía dispone de material vegetal para su alimentación. En caso contrario,
y atraídos por los olores que desprenden las palmeras con heridas, colonizarán
ejemplares no infestados. De esta manera comenzara un nuevo ciclo biológico.
SÍNTOMAS
La larva penetra por el capitel directamente al tronco, labrando galerías de hasta más de 1 metro de longitud.
Las galerías parten de la corona y se ramifican en el interior del tronco.
Las hojas centrales amarillean y se marchitan, de forma que en pocas semanas, la práctica totalidad de la corona se ve afectada originando la muerte de la palmera.
Si las galerías dañan la yema apical, la palmera muere.
Los síntomas se manifiestan con retorcimientos de las hojas más externas sobre el nervio central que adquieren un color pajizo o se caen.
Los daños causados por las larvas son visibles muy tarde, y cuando los primeros síntomas de infestación aparecen, son tan graves que resultan generalmente en la muerte de la palmera.
El siguiente vídeo es de nuestro paisano Joaquín Cid Leal, que actualmente vive en Sanlucar la Mayor, donde esta plaga ha causado estragos en las palmeras.
PELIGRA EL PATRIMONIO ARBÓREO DE GERENA
Dentro del patrimonio arbóreo de Gerena, tanto en espacios públicos como privados, se encuentran palmeras emblemáticas (principalmente palmeras canarias y datileras), algunas de gran porte y singularidad, que sin duda forman parte del paisaje y la historia de nuestro pueblo. Con la triste noticia de la presencia del picudo rojo en Gerena, éste patrimonio corre un grave peligro, ya que muchas de estas palmeras, algunas con más de un siglo podrían morir en sólo unos meses si no son tratadas a tiempo. ¿Se imaginan los siguientes lugares de Gerena sin sus palmeras?
Palmeras canarias (Phoenix
canariensis) en La Cantina
Palmeras canarias (Phoenix canariensis) en el C.P Miguel de Cervantes
Palmeras canarias (Phoenix canariensis) en la Plaza Fdez Velasco
Palmeras canarias (Phoenix canariensis) en Plaza Ntra Sra de los Reyes
Desde GERENA VERDE se hace un llamamiento a todos aquellos vecinos que sean propietarios de palmeras y sobre todo al Ayuntamiento de Gerena, para que, como en otros muchos municipios de nuestra geografía, se tomen medidas urgentes para la prevención y tratamiento de nuestras palmeras en la lucha contra la devastadora plaga del picudo rojo, que ya está presente en nuestro pueblo. Si no se toman medidas de forma urgente, tengan ustedes por seguro, amigos de GERENA VERDE, que el picudo rojo acabará en poco tiempo con la mayoría de estas bellísimas palmeras.
Esperemos todos los gerenenses que la crisis no sea la excusa del Ayuntamiento de Gerena para no poner en marcha de forma urgente un plan que permita salvaguardar esta parte de nuestro patrimonio arbóreo.
Esperemos acontecimientos.
Un saludo...
http://gerenaverde.blogspot.com/