"El Hombre es síntesis del Universo, el Planeta es síntesis del Universo. Entre el Hombre y La Tierra hay el abrazo profundo, el cordón umbilical irrompible que puede haber entre el niño y la madre cuando el niño está en el claustro materno.

Si el cordón se rompe, el niño muere y la propia madre está también en peligro."

Félix Rodriguez de la Fuente

viernes, 10 de julio de 2009

¿QUEREMOS OTRO CHERNÓBIL? SEÑORES DEL GOBIERNO, CIERREN GAROÑA...!!



El accidente de Chernóbil, acontecido en dicha ciudad de Ucrania el 26 de abril de 1986, ha sido el accidente nuclear más grave de la historia, siendo el único que ha alcanzado la categoría de nivel 7 (el más alto) en la escala INES.

Aquel día, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de la Central Nuclear de Chernóbil, produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.


La explosión liberó una cantidad de radioactividad al medioambiente 200 veces mayor que la desprendida conjuntamente por las bombas atómicas lanzadas en 1945, por Estados Unidos en la segunda guerra mundial, en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki; estos elementos (entre otros: iodo 131, cesio 137 y 134, estroncio 90 y plutonio 239) crearon una masa de aire contaminada: la nube radioactiva. Esta nube, arrastrada por el viento, afectó, además de la zona próxima a la central, miles de kilómetros; contaminando grandes áreas de Bielorrusia, Ucrania, Rusia, amplias zonas de Asia y la mayor parte de Europa. La nube radioactiva alcanzó España, especialmente las comunidades autónomas de Cataluña y Baleares.

La radioactividad no respetó los límites de la Zona de Exclusión. Naciones Unidas calcula que el área contaminada radiactivamente es de 160.000 km2, lo que equivale a casi un tercio de la extensión del territorio Español.


Los daños actuales a la salud pública causados por la radioactividad solo podrían ser el principio de este desastre anunciado puesto que muchas enfermedades pueden tardar décadas o incluso generaciones en tomar presencia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que se producirán, solo en territorio ex soviético, más de 500.000 muertes al transcurrir 25 años de la catástrofe. En Abril de 2000 la ONU publicó un informe donde se recapitulaba sobre sus devastadoras consecuencias. El número de personas afectadas en las repúblicas de Bielorrusia, Ucrania y Rusia se calcula en más de 7 millones, 3 de los cuales son niños.


Aunque el número de leucemias detectadas es más bajo de lo que se esperaba, la incidencia de cáncer de tiroides en niños menores de 14 años ha doblado ya la cifra prevista para el 2006, que es cuando se esperaba la incidencia máxima. Según las estimaciones del informe realizado por el Director general de la OMS, en los países más afectados se ha diagnosticado cáncer tiroideo a aproximadamente 5.000 personas que eran niños o adolescentes en el momento del siniestro. Además, es probable la notificación de nuevos casos de cáncer tiroideo en las próximas décadas.


Por otro lado, también se estima en casi 9.000 el exceso de defunciones por cáncer entre los trabajadores de operaciones de limpieza, los evacuados y los residentes de la regiones muy o poco contaminadas de Bielorrusia, la Federación de Rusia y Ucrania.

En la actualidad, más de cinco millones de personas viven en zonas todavía contaminadas con material radiactivo. Muchos de ellos sufren niveles elevados de ansiedad, síntomas físicos muy diversos sin explicación médica y una mala salud subjetiva en comparación con los habitantes de zonas no expuestas. La desafortunada combinación de vivir en tierra contaminada y el consumo de alimentos afectados por la radioactividad está incrementando y agudizando los daños sobre la salud.


Además de las víctimas mortales ya mencionadas y las malformaciones congénitas y deformaciones que, como consecuencia de las mutaciones, están apareciendo entre la población nacida después del accidente, los índices de diversas enfermedades están aumentando en todo el área afectada. Llevando a 380.000 la cifra de los niños afectados.

Actualmente en España se encuentran en funcionamiento 6 centrales nucleares, todas ellas en la península, 2 de las cuales disponen de 2 reactores cada una (Almaraz y Ascó), por lo que suman 8 reactores de agua ligera, con una potencia total instalada de 7.728 MWe.

Existe otra central nuclear que ha finalizado su vida útil, José Cabrera, y otra más en fase de desmantelamiento, que es la de Vandellós I .


¿Quién nos garantiza que esto no pueda pasar en España?

¿Quién pagaría las consecuencias?


"El gobierno acaba de prorrogar por 4 años más la vida de la central nuclear de Garoña, una central vieja, caduca, peligrosa e innecesaria."

Si ocurre un desastre, ¿se responsabilizará el gobierno?



El video que les dejo a continuación, contiene imágenes que pueden herir su sensibilidad, pero espero que reflexionen acerca de el peligro de la energía nuclar, y la necesidad de apostar por energías renovables alternativas.
Un saludo...







http://gerenaverde.blogspot.com/


1 comentario:

Fujur dijo...

me ha gustado mucho tu blog! mi voto para ti!