Gerena, no ha sido nunca un pueblo con mucha tradición micológica, y a excepción de unas pocas personas que recolectaban algunas especies, como la popularmente conocida "Josefita"(Agaricus campestris), la "Gallipierna" (Macrolepiota procera) el tentullo" o "Faisán de la Jara (Leccinum corsicum), y el "Gurumelo" (Amanita ponderosa), poco o nada se hablaba en Gerena de setas, e incluso era un tema un poco tabú, por el hecho de que hubo varios miembros de una familia que murieron por ingestión de setas tóxicas en la posguerra, según he podido constatar por testimonios de gente anciana del pueblo.
En la década de los 80, y 90, y fruto de la llegada a nuestro pueblo de gente procedente de "Rio Tinto y de la Sierra Huelva", donde la recolección de setas es más que una tradición, un autentico medio de vida, (supone una inyección económica para muchas familias en los meses de Otoño y Primavera dado los buenos precios que alcanzan en el mercado hostelero, donde forman parte de la carta de la mayoría de restaurantes de la Sierra), el interés en nuestro pueblo por la recolección de setas silvestres se hace más creciente, aumenta la confianza, y son más las personas que se aventuran al campo acompañados por otras personas de la Sierra que si tienen más conocimientos sobre las especies a recolectar.
Ha sido, en la última década, cuando el interés por el tema ha aumentado exponencialmente, debido fundamentalmente al auge del turismo rural, el aumento de las comunicaciones, y se ha convertido en una auténtica moda, una locura colectiva, con el nacimiento incluso de una Asociación Micológica Local, que se dedica a llevar autobuses de gente a la Sierra de Aracena y Picos de Aroche para darles cursillos acelerados de reconocimiento de determinadas especies micológicas y contribuir así, según mi opinión a seguir haciendo "comercial" a bombo y platillo, un tema tan tradicional y bello como es la recolección de setas en Otoño, a la vez que propiciando:
1) -La degradación de los ecosistemas por la afluencia masiva de gente por nuestros campos.
2) -La intoxicación por ingestión de setas tóxicas de más de una persona que tras un cursillo acelerado de un día en autobús por la Sierra, se aventura al campo en busca de ejemplares que ya esta seguro reconocer bien, cuando hay que tener mucha, mucha experiencia, y más prudencia aún, para aventurarse con un canasto por los montes en busca de setas comestibles.
3) -La destrucción de los micelios de los hongos por el gradeado de las tierras por los propietarios de fincas privadas, para evitar el trasiego de tanta gente por sus tierras, que si no todos, son muchos los que dejan basura, rompen o doblan las alambradas de fincas, y lo compruebo a menudo, cuando hablo con propietarios, que ya están hartos de que auténticos tropeles de domingueros calentados con la fiebre de la setas, les causen numerosos daños en las fincas.
En mi opinión, toda esta fiebre que se ha generado en la última década, acerca del tema micológico, y las Asociaciones Micológicas encargándose de hacer de reclamo para captar un sinfín de personas atraídas por la novedad y contagiados por el fanatismo creado en torno a esta práctica, no hacen sino dañar nuestros ecosistemas, y hacer que poco a poco vaya perdiendo todo el encanto de este legado histórico que ha perdurado en el tiempo, gracias al desarrollo sostenible que ejercen los lugareños de esos pueblos de Sierra donde hace ya más de una década en la que según me cuentan por la Sierra, es imposible salir al campo sin encontrarse a cientos de personas, muchos de ellos arrasando con todo lo que hay a su paso, y que vienen en autobuses de todas partes, algunos de ellos incluso han pagado para lo que yo llamo "TOURS MICOLÓGICOS"
Desde aquí un llamamiento a las Asociaciones Micológicas en forma de S.O.S, porque el que el día de mañana podamos seguir disfrutando de una jornada de recolección de setas, y poder seguir recolectando especies tan bellas y escasas como la Amanita Caesarea, o la Amanita Ponderosa dependerá en parte de que éstas Asociaciones, no hagan una labor "COMERCIAL" con un tema tan bello, como apasionante.
Se puede hacer una labor divulgadora muy bonita sobre el fantástico mundo de los hongos, e incluso a personas muy interesadas, se le puede instruir en el tema. Pero, yo personalmente, como naturalista, ecologista y asiduo y apasionado recolector de setas desde hace una década no voy a fomentar el fenómeno que yo denomino "TOURS MICOLÓGICOS"porque pienso que al final acabará pasando factura, y si no,........al tiempo.
Un saludo...
-Fotografía 1: Varios ejemplares de "Tana" (Amanita caesaria), uno de "Gallipierna" (Macrolepiota procera) y uno de "Boletus aureus" de gran tamaño. Todos fueron recolectados en el Parque Natural de Aracena y Picos de Aroche.(Octubre de 2008)
-Fotografía 2: Ejemplares de nízcalos y gallipiernas recolectadas en El Esparragal (Gerena)(Octubre de 2008).
-Fotografía 3: Bandeja de nízcalos (Lactarius deliciosus) recolectados en los Pinares de Cantalgallo en "El Esparragal" (Gerena). (Octubre 2008)
-Fotografía 4: Precioso canasto de castañas, recolectadas en Fuenteheridos(Octubre 2008).
http://gerenaverde.blogspot.com/
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