Por razones ecológicas, sociales, económicas y políticas, los incendios forestales que acaparan mayor atención son los Grandes Incendios Forestales (GIF).
Pero, ¿qué entendemos por GIF?: ¿aquel cuya extensión es muy superior a la media de la zona en la que aparece? ¿aquel cuya elevada intensidad impide su control? ¿aquel cuya severidad provoca importantes daños ambientales? ¿el que pone en peligro propiedades y vidas humanas?... Posiblemente todas estas definiciones son válidas y, de hecho, en un gran incendio se dan varias o todas ellas, aunque desde el punto de vista de la estadística oficial española de incendios sólo se denomine Gran Incendio Forestal a aquel que supera las 500 hectáreas.
El riesgo de grandes incendios está directamente relacionado con condiciones meteorológicas adversas sobre las cuales poco podemos hacer, pero también está relacionado con el incremento en la combustibilidad de nuestros montes. Entre otros motivos esto es debido al progresivo abandono del medio rural, al abandono de cultivos agrícolas marginales por las medidas de desacoplamiento de la PAC y a la ausencia de políticas forestales serias que gestionen el territorio de forma ordenada y sostenible.
1. El 43% de la superficie total se quema en el 0,18% de los incendios. Si fuésemos capaces de evitar los grandes incendios ejerceríamos un efecto crítico sobre el total de superficie afectada, y sobre las graves repercusiones para la población y para el medioambiente.
2. El estudio comparativo de las últimas décadas revela que el número de grandes incendios tiende a reducirse. Sin embargo, desde 1998 el número de grandes incendios y la superficie quemada por ellos vuelve a mostrar una tendencia creciente a pesar del paulatino incremento económico en medios destinados a la extinción.
3. Los grandes factores que condicionan la ocurrencia de grandes incendios son la climatología (sequías) y meteorología extrema (baja humedad y vientos fuertes), junto con grandes acumulaciones de vegetación (combustible). De ellos, la meteorología extrema es el factor más determinante en la propagación de los GIF.
4. En este contexto, la eficiencia de las infraestructuras lineales de defensa contra incendios, los cortafuegos, será siempre cuestionable. Lo mejor que podemos hacer es aplicar las nuevas tecnologías y la información de incendios históricos para localizar los sitios clave donde ubicar estas infraestructuras, dimensionándolas
y manteniéndolas de forma adecuada. Menos cortafuegos pero más eficientes.
5. El abandono rural y de cultivos agrícolas (más de 2 millones de hectáreas entre 1992 y 2002), la pérdida de rentabilidad de los productos forestales, la reducción
de la inversión en gestión forestal, la eficiencia en la extinción de incendios… Todas ellas son responsables del aumento de combustibilidad demostrado por la comparación entre Inventarios Forestales Nacionales. Este aumento de combustible favorece ineludiblemente la ocurrencia de GIF.
6. La comparación de las distintas ediciones del Inventario Forestal Nacional revela una reducción en el número de hectáreas forestales gestionadas. Es necesario potenciar la gestión sobre el control del combustible, especialmente del matorral, aunque hay que garantizar, al mismo tiempo, la existencia de una estructura adecuada para mantener los ciclos ecológicos y el hábitat de las especies. La regulación de estas actividades es crucial para garantizar la sostenibilidad de la gestión forestal.
7. El 47% de los GIF son intencionados y un 15% desconocido, lo que implica que podríamos hablar de intencionalidad hasta en el 62% de estos incendios. Con estos datos, podemos afirmar que no solucionaremos el problema de los GIF sin prevención social, investigación de motivaciones y persecución del delito.
8. La estrategia integral de prevención activa pasa por la elaboración y cumplimiento de los planes de prevención de las “zonas de alto riesgo”, tal como establece la nueva Ley de Montes. Estos planes deben hacerse a escala comarcal o en grandes unidades territoriales, con la supervisión por parte de la Consejería o Departamento de Medio Ambiente correspondiente, independientemente de la titularidad de los terrenos afectados.
9. Es necesario recuperar socialmente el monte, reactivar la población rural y cuidar el vínculo entre el ciudadano rural y su monte. Si añadimos “el que conserva cobra” al ya conocido “quien contamina paga” y teniendo en cuenta la baja rentabilidad, en general, que tienen nuestros montes, es fácil llegar a la conclusión de que se necesita un nuevo contrato social entre los mundos rural y urbano. La sociedad urbana debe empezar a pagar por el disfrute de beneficios directos e indirectos del monte como el agua o la fijación de CO2 producida por sus emisiones (transporte, calefacción...).
10. Es necesario hacer un llamamiento a la sociedad urbana, donde reside el 80% de los votantes, para que exija la inclusión de medidas a largo plazo que mejoren el estado de conservación de los montes (ya que minimizan el riesgo de incendios forestales) en las agendas políticas regionales y nacionales.
11. La repercusión de los grandes incendios no está convenientemente cuantificada. A sus efectos ambientales y coste en vidas humanas y propiedades materiales hay que sumar las repercusiones socioeconómicas en las comarcas que los sufren. Además, estos grandes incendios contribuyen de forma significativa al cambio climático lo que no sólo tendrá repercusiones difíciles de valorar sobre el conjunto del planeta, sino que además favorecerán condiciones que aumenten la probabilidad de nuevos
grandes incendios.
http://gerenaverde.blogspot.com/
2 comentarios:
entro por primera vez en tu blog y me encuentro con este post tan acertado.
no puedo estar más de acuerdo.
vivo, trabajo y disfruto de un hermosísimo lugar de monte, en la sierra de Córdoba.
un paraje tan cerca de la ciudad en el que sí que se hace visible eso del uso y disfrute de los urbanitas... pero peligra, claro, y es que sin ayudas y sin ningún apoyo a las actividades que desarrollamos en el campo, es imposible ahuyentar ese riesgo ¡¡¡
saludos desde Cabriñana.
Pilar
No puedo estar más de acuerdo contigo, pero año tras año la misma historia. Me ha encantado tu post, así como tu blog. Un saludo. :)
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