SE PIERDEN LA MAYORÍA DE LOS ÁRBOLES PLANTADOS POR LA JUNTA DE ANDALUCIA EN LA RESTAURACIÓN PAISAJÍSTICA DE LA A-477 POR LA FALTA DE RIEGO EN VERANO...

Árboles secos a la entrada de Gerena (A-477 o Carretera de la Ermita)

En el año 2009, la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía sacó a concurso público los trabajos de "Restauración Paisajística del Acondicionamiento de la Carretera A-477. Tramo: Autovía Ruta de la Plata-Gerena (Sevilla)", o lo que es lo mismo: la Restauración Paisajística de la Carretera de la Ermita.

Cartel del proyecto de Restauración Paisajística de la A-477

Esta actuación, cofinanciada con Fondos FEDER de la Unión Europea, y que salió a licitación pública con un presupuesto base de 228.549,09 euros y un plazo de ejecución de 2 meses más 24 meses de conservación, se llevó a cabo con el objetivo de integrar la infraestructura viaria en el paisaje y el territorio por el que transcurre. En dicha actuación se realizó un tratamiento de hidrosiembra en todas las superficies de taludes y en las superficies próximas a la carretera, en un total de 49.000 metros cuadrados.

En los taludes de desmonte se colocaron alfombras vegetales con la semilla incorporada, denominada manta de coco semillada (sistema más utilizado actualmente), que han permitido restaurar los desmontes de la carretera y evitar su erosión. También se plantaron especies de arbustos autóctonos (según la Junta de Andalucía con una densidad de 3.000 plantas por hectárea), y en las zonas de demolición de la carretera antigua y en los excedentes de las expropiaciones, se plantaron tantos arbustos como árboles. La mayor densidad de árboles se plantaron en la entrada de Gerena, entre el Polígono Industrial y el núcleo urbano.

Matorral mediterráneo compuesto por romero, lentisco, y retama principalmente

Por otro lado, el proyecto de conservación fue de 24 meses, incluyendo trabajos de riego, siegas, escardas y abonados con el objetivo de garantizar la supervivencia de las plantas. 

GERENA VERDE recibió en un principio con gran entusiasmo la noticia de la Restauración Paisajística de la Carretera de la Ermita, dado que el proyecto contemplaba la plantación de numerosas especies autóctonas de matorral mediterráneo y árboleda, así como tratamientos para frenar la erosión de los nuevos taludes que carecían de cobertura vegetal. En general, el proyecto sugería a primera vista la restauración ecológica de unos terrenos públicos completamente degradados. Otro de los aspectos que más me agradaba del proyecto era la apuesta de la Junta de Andalucía por el paisaje, tantas veces olvidado, agredido y menospreciado, volvía a cobrar fuerza con este proyecto la protección y restauración del paisaje. ¡¡Que placer viajar por carretera cuando te envuelve un bello paisaje...!!

Sin embargo, la inversión que fue finalmente de 176.188,49 euros (una millonada), no ha servido para garantizar la supervivencia de los árboles plantados y la mayoría de ellos se ha secado por falta de riego este verano. Cabría señalar no obstante, que la mayor parte de los árboles que se han secado corresponden a especies autóctonas de ribera (olmos, fresnos, almeces,...), mientras que aquellos que han aguantado el verano pertenecen a especies propias del monte mediterráneo (algarrobos y acebuches principalmente) que aguantan mejor el estío.  No ha ocurrido lo mismo con el matorral, que ha sobrevivido en un 80%, ya que son especies autóctonas del monte mediterráneo que están perfectamente adaptadas a largos periodos de sequía. Por tanto, podemos afirmar que la elección de las especies arbóreas plantadas no ha sido la correcta desde el punto de vista de una restauración ecológica bien planificada o bien el tiempo de conservación se les quedó corto. 

La restauración ecológica, en su sentido más amplio, ha sido definida por la Sociedad Internacional de Restauración Ecológica, como el proceso de favorecer el restablecimiento de un ecosistema que ha sido dañado, degradado  o destruido. Se considera que un ecosistema se ha restablecido, y por ende restaurado, cuando contenga suficientes recursos bióticos y abióticos que le permitan continuar su desarrollo sin necesidad de futuras intervenciones, pueda mantenerse estructural y funcionalmente, demuestre ser resilente a los rangos normales de estreses ambientales y a las perturbaciones, e interactúe con los ecosistemas contiguos en términos de flujos bióticos y abióticos.

La repoblación forestal es una de las alternativas técnicas más importantes en la restauración ecológica, por lo que la selección correcta de las especies es una de las decisiones más importantes del proyecto, por las implicaciones significativas que a largo plazo tiene en los costes de gestión y en el valor de la comunidad final. 

La elección de plantar árboles de ribera junto a una carretera donde actualmente predomina la estepa cerealista, no parece muy acertada por parte de los técnicos que planificaron el proyecto, o al menos desde el punto de vista del tiempo de conservación (riegos) que se establecía en 24 meses. En un hábitat así, se antoja muy improbable que un árbol de ribera tenga un enraizamiento que le permita obtener por sí mismo el agua que precisa para vivir en el periodo estival, máxime cuando es un hábitat estepario y el año pasado tuvimos el invierno más seco de los últimos 50 años que hizo bajar el nivel freático a niveles insólitos.

Pero al menos, aquellos árboles de ribera que se han plantado en la entrada del pueblo (casi 40 árboles) podrían haber sobrevivido, si el Ayuntamiento de Gerena hubiera tenido la feliz idea de ir a regarlos unas cuantas veces este verano pasado, pero eso, eso ya es pedirle peras al olmo o manzanas al fresno...

Un saludo...

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