LA NOSTALGIA DE UN JOVEN AGRICULTOR GERENENSE...

Navegando por la blogosfera gerenense he encontrado el siguiente texto, muy emotivo por cierto, y que relata la tristeza y la nostalgia que siente un joven agricultor de Gerena que fue obligado a vender sus tierras a la multinacional Cobre Las Cruces...


"Ayer Domingo día 16 con motivo de una marcha cicloturista que organizó el club ciclista el llantazo y el ayuntamiento, por cierto enhorabuena al club por la gran labor que están realizando con el deporte, en la cuál participé y con la que disfruté mucho paseando por los alrededores de Gerena (Piedra Caballera, Berrocal, Seroncillo, El Esparragal)pasamos por dentro del recinto de la Mina "Las Cruces" antiguamente el cortijo de "El Seroncillo" y tierras cercanas, y tuvimos la oportunidad de ver en lo que se había convertido aquel paraje de campiña que nuestros antepasados cultivaban con tanto esmero, cultivando el girasol y el trigo, bonito paisaje cuando los girasoles miraban con sus cabezas al sol salir, o cuando el viento movía los trigales como si hiciesen una ola en un campo de fútbol.

Tuve la oportunidad de ver en que se había convertido nuestra campiña, armazones de hierros y tubos levantados como rascacielos, charcas de aguas seguramente insalubres y tóxicas por el color que presentaban, montañas de escombros de gigantesco tamaño que nos rodeaban por todos lados, pero lo que más me sorprendió fue el gigantesco agujero de la propia mina a cielo abierto de miles de metros bajo tierra, dentro de la cual se veían las máquinas excavadoras como si fuesen de juguete por la distancia que nos separaba.

Fue entonces, cuando se me vino a la cabeza una parcela de tierra que mi padre y yo cultivabamos hace sólo unos años justo donde se encuentra ese socabón, y pensaba en esos girasoles y en esos trigales que se movían con el viento y que ahora solo levanta polvo de esas tristes y desoladas escombreras.En que hemos convertido aquel bonito paraje agrícola pensaba, y en medio de aquel monstruoso paraje se encontraba todavía el cortijo de El Seroncillo, intentando resistir a su desaparición, cortijo que si pudiese hablar nos diría a los gereneros de todo, parecía tan insignificante allí escondido entre montones de piedras y escombros.

En fin ya nunca más volverá aquel paisaje de campiña agrícola, ya nunca más volverán esas tierras a ser cultivables y a poder tener Girasoles que miren al Sol salir, y Trigales que mover por el viento. Sentí una sensación escalofriante y triste cuando pase por el Seroncillo."

(Texto de EMILIO JOSÉ ROMERO MORA, extraído del blog MI GRANITO DE ARENA)


Tu nostalgia es también mi nostalgia Emilio José. Esta mañana, mientras hacía estas fotografías que acompañan a tu texto, contemplaba con tristeza el ya oxidado cartel que anunciaba "El Seroncillo", y al mismo tiempo, como en un sueño, me venían al recuerdo vagamente, aquellos atardeceres de mayo detrás del cortijo, en los que de adolescente, contemplaba con unos rudimentarios prismáticos como se fundía con el poniente el magestuoso vuelo de las avutardas sobre trigales salpicados de amapolas...

Y allá a lo lejos, blanca, entre los girasoles, se veía chiquetita Gerena...

Un saludo...

http://gerenaverde.blogspot.com/